Desde la colina
Recuerda lo esponjosos y blancos que eran? Siempre quise alcanzarlos y saltar. Y también parecía que si les pones una escalera, entonces puedes alcanzarlas con tu mano.
O más: recuerda cómo cabalgaron en un trineo desde la colina helada y llegaron a casa, todo mojado y en bolas de nieve? Mamá maldita, pero cómo fue genial.